Sobre la toma de dicha localidad nos quedan las palabras que el propio monarca plasmó en su crónica El Llibre dels Fets.
El castillo de Biar, al extremo suroeste del que tenia que ser el reino de Valencia, era un importante objetivo que en un principio se le ofreció sin resistencia. Dijo el rey que dos sarracenos de la villa viajaron hasta Valencia para entrevistare con el rey Jaime: “ e ells dixeren que si nós volíem anar a Biar, que ells ens donarien lo castell, e que aquell era lo mellor castell que fos d´aquella frontera”. Acordaron que el rey se presentaría con cien caballeros en la villa de Biar y se la rendirían pacíficamente. El día acordado un sarraceno de aquellos dos que fue a Valencia esperó al rey en Xàtiva, y desde allí lo acompañó hasta Biar. Una vez allí, se encontraron “tots los sarraïns de Biar ab armes que eren eixits fora”. El rey con natural desconfianza le dijo al sarraceno: “acosta´t tu a ells e digues-los que nós som ací. E ell s´acostà a ells, e ells dixeren que no volíen parlar ab ell, e si sá costava a ells darien-li ab pedres”. Parece ser que a última hora en la villa de Biar se habían impuesto los partidarios de la resistencia, y por tanto, se hacía necesario poner sitio a la villa. La lucha contra los set-cents hòmens de peu e ben armats que habían fortificado la villa fue muy dura.
Castillo de Biar al atardecer |
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