Tras haber sido la cuna de la cultura íbera, y receptora de diferentes culturas antiguas (griegos, romanos, cartagineses, fenicios, bizantinos, etc.), en el año 1233 el rey Jaime I el Conquistador inicia la conquista del territorio valenciano marcado entonces por cinco siglos de presencia sarracena: los reinos taifas de Valencia, Alpuente, Denia y Murcia.
En el
año 1233 se planificó la campaña a Alcañizdesarrollada en tres etapas:
- La primera dirigida a las tierras del de bajura norte, con la toma de Burriana el año 1233 y otros enclaves, como por ejemplo Peñíscola.
- La segunda abarca la zona central con la conquista de Valencia 1238 y las tierras planas hasta el Júcar para hacerlo las cortes generales de Monzón de 1236 concedieron la ayuda necesaria y el papa Gregorio IX dio a la empresa el carácter de cruzada. El Puig se tomó en agosto de 1237, con el fracaso de una escuadra enviada por el rey de Túnez en auxilio de Valencia. Las capitulaciones se firmaron el 28 de septiembre y el rey entró en la ciudad el 9 de octubre.
- La tercera fase abarca desde 1243 hasta 1245 y llega hasta los límites estipulados para la conquista entre Aragón y Castilla en el Tratado d Almizra el año 1244 firmado entre Jaime I y Alfonso X, en aquel momento infante castellano, para delimitar las áreas de reconquista de las Coronas de Castilla y Aragón. Las tierras al sur de la línea Biar-Busot-Villajoyosa quedaron reservadas a Castilla. Posteriormente, los territorios del Reino de Murcia situados al norte de la orilla del Segura son incorporados al reino de Valencia por Jaime II tras la Sentencia Arbitral de Torrellas (1304) y el Tratado de Elche (1305).
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